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miércoles, 28 de septiembre de 2011

Gran plaza Mayor de Poblet

Panoramica de 17 Fotos
Tamaño de 18774 x 5459 pixels
159 x 35 cm a 300 dpi
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Una vez traspasada la Puerta Dorada se llega a una gran plaza Mayor de planta irregular donde se conservan algunos vestigios de edificios antiguos. En línea recta con la puerta y al fondo, se ve la puerta de acceso al atrio de la iglesia del monasterio, abierta en la muralla que rodea el 3º recinto. Es una puerta barroca del siglo XVII que mandó edificar el duque de Cardona en 1670. Da entrada al atrio o galilea que era desde donde se entraba a la iglesia cuando la clausura era estricta. A ambos lados de la puerta están colocadas las estatuas de San Benito y San Bernardo, más la imagen de la Virgen en una hornacina. A ambos lados se abrieron unos óculos con mucha ornamentación barroca y columnas salomónicas.

En medio de la plaza y frente a esta puerta se alza la gran cruz en piedra del abad Guimerá del siglo XVI sobre un podio de cuatro escalones.

Al norte de la plaza se ve una capilla muy austera que en 1251 se dedicó a Santa Catalina. La mandó construir Ramón Berenguer IV y era el lugar donde oraban los visitantes de honor antes de acceder a la clausura. Durante muchos años guardó la imagen de la Virgen de los Cipreses. Se accede al interior por una puerta románica muy sencilla; está cubierta por bóveda de cañón apuntada.

Otras edificaciones dentro de la gran plaza que en su día fueron importantes, son:

Hospedería, hacia el sur (quedan sólo vestigios).
Palacio moderno abacial, edificio comenzado por el abad Francisco Oliver de Boteller en 1583. El corredor o galería (obra de Genover, 1732) daba directamenthttp://www.blogger.com/img/blank.gife a la iglesia. Cuando se construyó este palacio estaba todavía en zona de huertas, fuera del recinto de clausura.
Hospital de pobres, construido en 1207 gracias a los donativos de Bernardo de Granyena.
Palacio antiguo abacial, donde se alojaron las damas que iban en el séquito de Isabel la Católica cuando visitó el monasterio con su familia.

Plaza Farinera


Panoramica de 5 fotos
8171 x 4068 pixels - 300dpi
69 x 34 cm
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En un tiempo no tan lejano, antes de que el suministro llegara a las casas, la población iba a buscar el agua a las fuentes. El 22 de julio de 1778 se estrenaron cinco fuentes en la ciudad: la de las Monjas, la de Santa Ana, la de la Farinera, la de la Sangre y la de la Cruz del "Pedró", además de la Font Vella o Font de la Vila. Más adelante, en el período comprendido entre el 1804 y en 1841, se continuó completando el mapa de las fuentes que debían abastecer la ciudad.

Esta plaza tiene su nombre al molino que funciono hasta los inicios del siglo XVIII, época en la cual el molino no llegaba a producir la cantidad de cereales que se le daba así que se hizo la construcción de uno nuevo en el paseo de la Boca de la Mina.

La Cerveceria FERRETERIA es un local ubicado en esta plaza. Desde el febrero de 1998 ha mantenido el espíritu de la antigua ferreteria (transmitida de generación en generación desde 1850) y ha conservado al máximo los detalles que hacían singular aquel antiguo establecimiento, como las estanterías,los escaparates, el suelo, los mostradores y el techo. La Ferreteria mantiene, incluso, muchos de los elementos que allí se vendían, así como la caja registradora, las escaleras para acceder a los cajones superiores, la gran iluminación y los rótulos publicitarios de finales de los 50', principios de los 60'

martes, 27 de septiembre de 2011

Ball de diables de Santa Tecla en Tarragona

Fotos realizadas en las Fiestas de Santa Tecla - Tarragona - 2011

El Baile de diablos (en catalán, "Ball de diables") es una de las tradiciones más arraigadas inicialmente en Cataluña, sobre todo por Tarragona y cercanías, y posteriormente en la Comunidad Valenciana, donde se llama Correfocs (Correfuegos), e Islas Baleares. Actualmente, su participación en pasacalles, procesiones y correfocs (correfuegos) se han convertido en una parte esencial de las Fiestas Mayores de muchos pueblos y ciudades.



Primeras referencias escritas
1426 en Tarragona:

La tradición del Baile de Diablos en Tarragona siempre ha estado muy arraigada, poseyendo una numerosa documentación de sus actuaciones; algunas de ellas datan de:

1426, año en que se tiene noticia del primer entremés de la Arcángel San Miguel.
Entre los años 1444 y el 1448, actuaciones de los diablos y del ángel San Miguel en el Consejo Municipal.
1531, conmemorando la entrada de la arzobispo Luis de Cardona.
1577, conmemorando la entrada de la arzobispo Antonio Agustín.
1617, festejando la llegada del nuevo arzobispo Juan de Montcada.
1633, con la llegada del rey Felipe IV coincidiendo con las fiestas de Santa Tecla.
1695, en ocasión del nuevo arzobispo Jose Llinás.
1706, con motivo de la entrada del rey Carlos III.
Reiteradamente, años 1722, 1729, 1755, 1765, 1785, la ciudad celebra con representaciones del Baile de Diablos los cambios eclesiásticos de la diócesis de Tarragona.
1841, para las Fiestas de Santa Tecla.
1846, con motivo de las bodas de la reina Isabel II.
1861, en ocasión de la entierro del Carnaval.
1891, en la llegada del agua de San Magí.


Orígenes

El origen de los bailes hablados es incierto y arriesgado de precisar, pero parece ser que deriva del teatro medieval de calle. Básicamente, la vía de transmisión del baile popular (bailes hablados o con parlamentos, danzas, etc.) ha sido la vía oral. Así, es lógico que en esta transmisión hayan llegado alterados respecto a la versión original.

Respecto al Baile de Diablos, a pesar de que se le reconoce popularmente como "baile", debe considerarse un entremés ya que este tipo de actuación es hacía entre plato y plato en las comidas de la nobleza en la Edad Media.

La síntesis del Baile de Diablos es una representación teatral de la lucha del Bien contra el Mal. El su contexto escénico también fue utilizado, principalmente para las fiestas de Corpus, en las procesiones eclesiásticas como acompañamiento para dar un aspecto más ceremonioso y espectacular. Finalmente, los diablos, diablillos o demonios desfilaban encabezando la comitiva para anunciar su llegada con jaleo de todo tipo. De forma estrepitosa y ruidosa apartaban el público asistente abriéndose paso en la procesión.

De todas maneras encontramos la figura del diablo o diablillo en el origen de todos los bailes hablados. Es un personaje que no tiene nada que ver con la obra que se representa, pero que se pone por medio y hace reír con sus cabrioles. Al final de la obra dice unos versos satíricos relacionados con la vida política o pública de la localidad donde se representa, y que todos esperan con deleite.

Este podría haber sido el origen del baile de diablos. Partiendo de un personaje que cada vez fue tomando más protagonismo y que llegó a superar la expectativa de la obra original, quedó la parte del diablo como la más popular.

La primera noticia escrita sobre un Baile de Diablos, según Joan Amades, data del año 1150. El acto fue representado en el banquete de la boda del conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV con la princesa Petronila, hija del rey de Aragón. La crónica nos dice que representaba la lucha de unos demonios, dirigidos por Lucifer, contra el Arcángel San Miguel y una cuadrilla de ángels.

La segunda referencia escrita que conocemos, citada en el Libro de Solemnidades de Barcelona, es de las fiestas de 1423 rememorando la venida a Barcelona del rey Alfonso V de Aragón, procedente de Nápoles.

También en Cervera participan los diablos para las fiestas de Corpus del año 1426. Otra vez en Barcelona, con motivo de la llegada del duque de Calabria en septiembre de 1467, se organizan unas fiestas donde los diablos también estuvieron presentes.

A principios del siglo XV, en las procesiones del Corpus de Barcelona, se clausuraba la comitiva con un entremés, formado por una cuadrilla de ángeles y otra de diablos.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Solsona


Panoramica de 161cm x 36cm
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Plaza de la catedral de Solsona

La catedral de Santa María de Solsona es un complejo de edificios que datan desde el final del siglo XII hasta el XVIII, con estilos románico, gótico y barroco, situado en la capital del Solsonés (Cataluña, España).



La mayor parte de la obra es del siglo XIV, pero del templo románico consagrado en 1163 se conservan el ábside (con ventana con arquivoltas, dos columnas y capiteles), dos absidiolas (la del norte sobrealzada), y el campanario de planta cuadrada (la parte superior es del siglo XVI) con ventanales bien adornados con arquivoltas, capiteles y columnas. Son también románicas algunas ventanas tapiadas en la fachada norte y la magnífica puerta de escuela leridana que da al claustro, del siglo XVIII, con arco abocinado, capiteles y columnas. La primitiva iglesia románica de Santa María tenía el monasterio cerca, adosado a sus muros. Estaba situado donde hoy está el palacio episcopal.

La catedral actual, de estilo gótico, se empezó en 1299 y se acabó en el año 1630 con la construcción del presbiterio. A la izquierda del transepto se sitúa la parroquia con un retablo barroco dedicado a la Virgen de la Merced.

En el siglo XVIII, por iniciativa del obispo Lasala, se construyó el cancel y la puerta de San Agustín, destruyendo por este motivo la gran portalada románica.